10.6.15

Nada más que una llamada de madrugada diciendo: «No puedo dormir, de tanto pensar en ti».

Y todos los días llega ese momento en que llego a la cama y tú conmigo.
Aunque ya no estés. Aunque ni siquiera recuerdes que me quisiste.

Llegas en el momento en que cierro los ojos y quiero dormir.
No me dejas. O si. Soñar contigo parece requisito indispensable.
















Una vez me dijeron que cuando te duermes pensando en alguien,
ese alguien sueña contigo. Pero os diré algo: cuando a uno le invade un alguien,
es porque ese alguien está olvidando.

Y es entonces cuando este mundo, este mundo cabrón y jodido, cree
que el mejor lugar donde dejar descansar esos recuerdos, eres tú.
Porque al mundo le da igual tu insomnio, tus sueños rotos, y más aún, el olvido.

El mundo sigue existiendo sin ti. Y tú eliges, ¿doble o nada?