Y todos los días llega ese momento en que llego a la cama y tú conmigo.
Aunque ya no estés. Aunque ni siquiera recuerdes que me quisiste.
Llegas en el momento en que cierro los ojos y quiero dormir.
No me dejas. O si. Soñar contigo parece requisito indispensable.
Una vez me dijeron que cuando te duermes pensando en alguien,
ese alguien sueña contigo. Pero os diré algo: cuando a uno le invade un alguien,
es porque ese alguien está olvidando.
Y es entonces cuando este mundo, este mundo cabrón y jodido, cree
que el mejor lugar donde dejar descansar esos recuerdos, eres tú.
Porque al mundo le da igual tu insomnio, tus sueños rotos, y más aún, el olvido.
El mundo sigue existiendo sin ti. Y tú eliges, ¿doble o nada?
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