19.6.11

Aprovechemos el verano, el otoño acecha.

No, nunca, desde Madrid desde ninguna terraza, desde ningún mirador, ni rascacielos ni azotea, se veían las costas. Pero allí, detrás del horizonte, siempre intuimos lo maravilloso de lo desconocido. El reflejo de la vida que, quien sabe, quizás jugando con otras cartas, podremos alcanzar.

Nunca vi la playa, pero sé de su aroma.


Después, seguiremos teniendo un otoño lluvioso, amigos del corazón y del tiempo, pero ahora nos toca la recompensa del dulce sol. Aprovechen sus rayos, y como el cielo, amigos del tiempo, abran su pecho a la luz. Es nuestra vida, es nuestro tiempo.

10.6.11

Las bicicletas son para el verano

Aquellos maravillosos veranos.

Arranca el verano, suban queridos amigos a las bicicletas, suban y pedaleen, no se pierdan ninguna vuelta de sus ruedas. Saltemos al vacío para recordar el vértigo de otro tiempo, todavía había un sueño para cada latido de vuestro corazón, y aire sutil que os acariciaba la piel. Si, arranca el verano y aún se piensa que desde cualquier lugar perdido se alcanzará una suma de gloria, que desde allí se verán las costas, el otro lado del mundo.

Arranca el verano. A la orilla de una vida y de un verano, descubristeis que vuestro corazón es un caracol que puede dejar de tener la casa vacía y dejarse dirigir por una bicicleta que solo de tarde en tarde os conduce a la fortuna. Levantemos pues el telón a la vida de los veraneantes. Que vuestro corazón vuele lejos.

5.6.11

Cuando aprieta el frío.


- Estás loca, ¿por qué no nos quedamos?
~ No podemos, tenemos que irnos.
- ¿Qué vamos a hacer ahora con este frío?
~ Vivir.

Porque lo que más disfruta, lo que más la complace y lo que la hace más feliz, es que la llamen loca porque entonces ninguna libertad le será negada.