29.10.11

Lo superfluo.

Nunca se preguntó si la amaba. Nunca le preguntó si la amaba. Nunca hizo tantas cosas…
Nunca dejó de fumar. Nada más allá de lo necesario.



Jamás le importó si la amaba. Digo, si la quería. ¡Ay amar! Siempre le sonó a telenovela eso de amarse. Y ellos de telenovela tenían poco. Se pensaban dos extraños compartiendo cama. Cada día una vida distinta. Cada día una persona distinta: Marilyn y Kennedy, Lennon y Yoko Ono, Woody y Soon-Yi, Bogart e Ingrid Bergman. Pero cada día, siempre, inevitablemente ellos. Porque ya descubrieron, quizás con Jack Lemmon en Con Faldas y a lo loco, que, bueno, “Nadie es perfecto”.

14.10.11

Aunque me quede sin tu cuerpo y sin el cigarro de después V

Abrí un ojo, un rayo de luz entraba por la ventana cruzando la habitación. Eran las 7.30 de la tarde. Yo, es que he sido siempre muy dormilona. Me levanté de la cama, cogí un Ducados Rubio de la mesilla y me acerqué a la ventana. Un escalofrío recorrió mi cuerpo desnudo. Fumé.
Me metí de nuevo en la cama, y me dediqué a observarte.


Dieron las ocho. Salí de la cama, en la que sería la última vez. Me vestí. Me pinté los labios rojo carmín, y besé la pared, para dejar una mancha, de esas que traen tan buenos recuerdos.
Él abrió un ojo, “¿A dónde vas?”
Sin explicarte nada más, te dije que bajaba a por tabaco y jamás volví a tu cama

6.10.11

Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo.

Las agujas del reloj me están increpando, dicen que me quedo sin tiempo para ir a buscarte. El reloj ha marcado las tres y me está gritando que salga corriendo a encontrarte. 

Maraña.

Las hojas que caen de este otoño me hacen señas cuando pasan por mi ventana. Intentan decirme que ya te ven alejarte.