Nunca dejó de fumar. Nada más allá de lo necesario.
Jamás le importó si la amaba. Digo, si la quería. ¡Ay amar! Siempre le sonó a telenovela eso de amarse. Y ellos de telenovela tenían poco. Se pensaban dos extraños compartiendo cama. Cada día una vida distinta. Cada día una persona distinta: Marilyn y Kennedy, Lennon y Yoko Ono, Woody y Soon-Yi, Bogart e Ingrid Bergman. Pero cada día, siempre, inevitablemente ellos. Porque ya descubrieron, quizás con Jack Lemmon en Con Faldas y a lo loco, que, bueno, “Nadie es perfecto”.
HERMOSO TEXTO
ResponderEliminar¡Qué guapa estás!
ResponderEliminarMe encanta para variar ;)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCigarritos de la risa que inspiran requetebien por lo que veo ;)
ResponderEliminarAmor. En películas, literatura y contadas excepciones.
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