29.10.11

Lo superfluo.

Nunca se preguntó si la amaba. Nunca le preguntó si la amaba. Nunca hizo tantas cosas…
Nunca dejó de fumar. Nada más allá de lo necesario.



Jamás le importó si la amaba. Digo, si la quería. ¡Ay amar! Siempre le sonó a telenovela eso de amarse. Y ellos de telenovela tenían poco. Se pensaban dos extraños compartiendo cama. Cada día una vida distinta. Cada día una persona distinta: Marilyn y Kennedy, Lennon y Yoko Ono, Woody y Soon-Yi, Bogart e Ingrid Bergman. Pero cada día, siempre, inevitablemente ellos. Porque ya descubrieron, quizás con Jack Lemmon en Con Faldas y a lo loco, que, bueno, “Nadie es perfecto”.

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