31.8.11

¿Cómo discutir sabiendo que no tengo la razón?

Siempre dijeron que era una chica muy pasional. Y como tal le apasionaba hasta discutir.
Si, discutir.



Le parecía que todo luego era más intenso. Los te quieros, los besos, los abrazos. Esos abrazos largos, tan largos que en las películas la imagen gira a cámara lenta alrededor para poder apreciar la intensidad del momento. Cualquier gesto impregnado de reconciliación es tan verdadero.

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